Jednak się nie przyda? Nic nie szkodzi! U nas możesz zwrócić towar do 30 dni
Bon prezentowy to zawsze dobry pomysł. Obdarowany może za bon prezentowy wybrać cokolwiek z naszej oferty.
30 dni na zwrot towaru
El Audi, filia, además de ser una obra espiritual preciosa de nuestroSiglo de Oro, es el único libro en el que san Juan de Avila expone deforma orgánica las líneas esenciales de su doctrina espiritual. A lolargo de sus páginas, el cristiano es guiado en el proceso de su vidaespiritual, que san Juan describe como un recorrido que va desde laconfiguración del viejo Adán, que recibimos en nuestro nacimiento,hasta la identificación con Cristo, el nuevo Adán. En la presenteedición, obra de Antonio Granado Bellido, se ha modernizado ellenguaje, respetando el contenido de lo que san Juan de Avila quisotransmitir a sus lectores, con la intención de facilitar su lectura.La doctrina espiritual de san Juan de Avila, doctor de la IglesiaSanJuan de Avila, recientemente nombrado doctor de la Iglesia, es uno delos grandes personajes de la historia de la espiritualidad espa?ola.Está presente en ella con sus escritos, de gran valor doctrinal yexperimental, y por la influencia personal que tuvo en muchos hombresy mujeres, a los que ayudó a alcanzar altas cimas de santidad mediante sus consejos y su dirección espiritual. Sus escritos siguen vivos por la frescura que mantiene su pensamiento.«Escucha, hija, y mira, einclina tu oído, y olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y codiciará el Rey tu hermosura» (Sal 45,11-12).Devota esposa de Jesucristo, el profeta David -o mejor dicho, Dios por medio de él- le dice estas palabras a la Iglesia cristiana,amonestándole lo que debe hacer para que el gran rey Jesucristo laame, de lo cual se le siguen a ella todos los bienes. Y, porque tualma es una de las de esta Iglesia, por la gran misericordia de Dios,me pareció bien explicártelas, invocando primero el favor del Espíritu Santo, para que rija mi pluma y apareje tu corazón, para que ni yohable mal, ni tú escuches sin fruto, mas lo uno y lo otro sea paraperpetua honra de Dios y para complacencia de su santa voluntad.(Audi, filia, I, 1 p. 55)